Ser de izquierda, progresista y ser AMLO (Andrés Manuel López Obrador) deberían ser los motivos suficientes para tener una sana distancia con las iglesias, en especial con la católica, que ha sido una de las conservadoras y resistente a los cambios sociales. Pero también el ser AMLO es un pretexto perfecto para hacer muchas que parecieran incongruentes, pero que desde su óptica política son “buenas para el pueblo”.
Resulta que nuestro querido político tabasqueño, como parte de una extraña gira que realiza por varios países, recientemente tuvo un encuentro con el Papa Francisco I en la sede del Vaticano. Es decir, el autonombrado “Presidente Legítimo” reconoció la futura visita del máximo representante de la iglesia católica con la entrega de una medalla y una carta de agradecimiento.
Si bien el acto no es para satanizar, resulta incongruente que el dos veces candidato presidencial por las izquierdas de México se encuentre con una jerarca cuya institución representan lo opuesto a los modelos políticos y sociales que promueve, además, la próxima visita papal responde en gran medida a las gestiones realizadas por EPN.
A todo lo anterior solo nos queda preguntarnos ¿será el olfato político y de oportunidad –por no decir oportunista- de AMLO el que generó este encuentro? Esperemos que el tiempo de la respuesta.
Otro que camina junto a AMLO es el ex senador, ex diputado federal, ex gobernador de Zacatecas y actual jefe delegacional de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal. Después de hacer un escándalo por el (muy triste) cierre de las chelerias en La Lagunilla, ahora da a conocer que rechazó misteriosamente un maletín con millón y medio de pesos supuestamente producto de las mordidas que recibe la autoridad por parte del comercio informal de su demarcación.
Monreal está jugando con el discurso de la transparencia y anti corrupción, pero este movimiento le podría salir contraproducente debido a la profundidad del tema. El político de MORENA no toma en cuenta que la corrupción y los moches irregulares no puede venir de los tres años anteriores a la administración perredista que lo antecedió, si no que tal vez tenga orígenes superiores, incluso puedan relacionarse con la administración que del 2000 al 2006 encabezó como jefe del gobierno capital su aliado político, nuestro querido AMLO.
No vaya a ser que Monreal esté jugando a la pureza, cuando se encuentra volando sobre el pantano y lo peor es que sus propios compañeros de batalla pueden salir manchados. Se nos olvidó decir que todo se hizo de manera mediática, para dejar constancia de su buen acto de fe.
¿Qué sucede en el Partido Acción Nacional? Se acaba de renovar le dirigencia, se cambiaron las fichas y según todo va viento en popa con la llega del joven Ricardo Anaya, pero no todos están conformes. Jhonatan García Uribe –originario de Nuevo León-, ex secretario nacional de Acción Juvenil del partido blanquiazul, presentó hace unos días su renuncia a las filas del PAN. El motivo: la pérdida de rumbo de su institución política.
La salida de Jhonny tomó por sorpresa a muchos, en especial porque todo parece indicar a que el ex panista se dejó llevar por el movimiento “independiente” que representa El Bronco en su entidad. Lo cual es muy peligroso tomando en cuenta que el nuevo gobernador de la Sultana de Oriente no lleva ni un mes en el gobierno y ya muchos lo quieren hacer presidente, ¿tan necesitados estamos de héroes que a cualquier botudo lo hacemos presidenciable?
Esperamos que al joven Jhonny no se le quemen las naves por esta jugada, ya que los panistas no perdonan cuando alguien se va o los traiciona ¿o no Vicente Fox o Ana Rosa Payán?
Posdata: El polémico alcalde de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva “Layín”, el amigo de todos –dicho por el mismo- se destapó para la gubernatura de Nayarit para el 2017, ¿podemos comenzar a temer por el futuro o aún no?
Comunicólogo de profesión. Chilango por nacimiento, yucateco por adopción y convencimiento. Interesado en temas sociales, justicia, derechos humanos, tendencias, moda, comida, música, arte y culturas. La política me apasiona y las rarezas me hacen perder la cabeza. Creo en el fin de mundo y espero el colapso zombie.
