Ponle play: discos nuevos de Rico Nasty, Miley Cyrus y The Smashing Pumpkins

Ponle play

Rico Nasty – Nightmare Vacation

Aunque su nombre hace alusión a su origen latino, no son los ritmos propios de esa región del mundo los que predominan en este LP debut de la rapera, sino el rock y lo industrial.

Su estilo contagioso no se pierde, no importa si las piezas van cambiando en tiempo y armado, la constante es su franqueza y la habilidad para “escupir” los temas que le importan con enorme energía.

Sus mixtapes a lo largo de más de un lustro encuentran en este larga duración el punto culmen ideal para una carrera llena de “grandes pedacitos”. Es de esos extraños casos en que el hip hop suena más punk que nunca.

The Smashing Pumpkins – CYR

Se trata de una de las decepciones más grandes del 2020. Cuando parecía que Billy Corgan había encontrado en las melodías agridulces que presentó en “Oceania” un modo de reinventarse, la realidad cayó de golpe con los discos que siguieron después y la máxima prueba es este doble que bien pudo ser un EP.

Este álbum es como un sube y baja sin sentido, que trata de emular lo logrado en esa maravilla que significó “Mellon Collie and the Infinite Sadness”, pero su hilo argumental es tan difuso y los sonidos tan monótonos que la mezcla de teclados lastimeros con shoegaze no va hacia ninguna parte.

Son 20 temas que suenan a un experimento, no a un trabajo acabado, mucho menos para una mente tan creativa como la de Corgan, resultando en un compendio de piezas que sirven para ir a comprar algo durante un concierto. Es la clara muestra de que cuando se privilegia la cantidad sobre la calidad las cosas suelen salir mal.

Miley Cyrus – Plastic Hearts

El intento de un glam rock elegante de la de Tennessee tiene todos esos elementos de producción que le permiten llamar la atención, pero no tiene más que una fórmula probada de éxito para atraernos al disco.

Que Mark Ronson estuviera involucrado en la producción nos hizo pensar que habría más momentos disco o una giro al estilo punk que muestra como imagen de este esfuerzo, y hay piezas que así lo indican, que hubo un “deschongue”, que se dejaron ir, como lo que pasa con los temas al alimón con Dua Lipa y Billy Idol. Pero son fragmentos, no es una idea completa.

Es el claro ejemplo de que existen canciones que vendidas sin el respaldo del álbum funcionan muy bien. Como un todo, el disco es tibio y se queda en el mero homenaje. Lástima.

Sin embargo, una vez adentrada en esta ruta igual podamos ver a una Miley más propositiva y encaminada a hacer otro tipo de música.