Imagen: Telegraph India

Ponle play: discos nuevos de Nubya García, Sault y Fontaines D.C.

Ponle play

Nubya García – Source

El jazz londinense del nuevo siglo tiene un aliento que evita a toda costa casarse con convencionalismos, es por eso que no se pelea con el reggae o la cumbia al momento de evolucionar.

Y es así porque si algo arroja en esos largos alientos Nubya García es sabor, fruto de la herencia de su padre trinitario y su madre guayanesa.

Lo que para los europeos podrá parecer excéntrico, de este lado del mundo significa el siguiente paso en el rompimiento de las barreras en todos los géneros, sin romper los lazos que unen las bases jazísticas.

Fontaines D.C. – A Hero’s Death

El postpunk obscuro de esta agrupación viene como anillo al dedo a una realidad que no podía ser más densa. Los dublineses siguen “pintando” escenarios llenos de grises para exponer su sentir en cada una de las atmósferas que crean con una pesadumbre elegante.

Si en “Dogrel” la banda debutó con un enojo radiante, esa cólera se ha transformado en pérdida y nos dejan ver su lado más nostálgico. Es un disco contrastante porque todo el tiempo nos sentimos atrapados por un entorno sombrío, pero la autoexploración que realizan va encaminada a encontrar señales de luz, a encontrar aquello que supla la partida del héroe común.

En ese sentido, lo de los británicos no es simplemente regodearse en el fango, sino un aliento para expresar que hay modos de salir del hoyo, pero no basta sólo con encontrarlos.

Sault – Untitled (Black Is)

Hasta ahora pocos sabemos de los músicos que conforman Sault. Y parte del enorme éxito del concepto es este anonimato que nos permite entender que las canciones están diseñadas para que entonen todos aquellos que han sentido que la libertad es una ilusión.

Pero no sólo se trata del enigma, Sault es un compendio de géneros que se adaptan a una misma línea temática: un discurso político que es extremadamente vigente, aunque parezca que está enmarcado décadas atrás.

Todo el álbum es una invitación a sumarse al movimiento Black Lives Matter, a comprender la necesidad de levantar la voz para acabar con las injusticias y la segregación en tiempos en que el mundo parece involucionar en vez de ir hacia adelante.

Aunque la base es el góspel, los “cánticos de guerra” igual se aproximan al rock, como al soul y al afrobeat. Los temas de protesta exigen una factura más atractiva más allá de su aspecto funcional. Puede que los cambios no lleguen, pero los modos de exigir que ocurran sí y lo que está haciendo Sault es el gran evento del 2020, por encima de la tragedia sanitaria.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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