Ponle play: discos nuevos de Comisario Pantera, The Plastics Revolution y Moby

Moby

Richard Melville se deshongó. Bueno, no, pero como si lo hubiera hecho. Metafóricamente se soltó la larga cabellera y anda haciendo headbanging hasta el amanecer. El nuevo proyecto de Moby junto con The Void Pacific Choir es agresivo y estruendoso, una forma de ver el apocalipsis que se avecina ante lo que el músico cree será el destino fatal de la humanidad por tantas malas decisiones.

Siempre se le consideró un tipo vanguardista y MFSatA es un giro de 360 grados a la comodidad en la que se encontraba inmerso. Si bien su primer experimento punk electrónico llamó la atención pero se acercaba más al retrato del fulano que perdió las casillas, esta nueva entrega lo aleja de ritmos conocidos y lo pone a experimentar.

Estamos ante un tipo furioso que encontró la forma perfecta para decirle al mundo que esta hasta la madre. Y para que el discurso funcionara Moby se atrevió a cambiar. Valiente y afortunada decisión.

The Plastics Revolution

“Los mexicanos plásticos” ofrecen una enigmática mezcla de juguetetos en su nuevo EP. Y parece eso, un trabajo rompecabezas del que hay qtomar lo mejor de cada lado para lograr una conjunción que aporte.

Está claro que no todas los temas incluidos en “Seres extraordinarios” lo logran, pero hay aquí una devoción por crear que resulta atrayente.

No pierden su espíritu alegre y están siempre dispuestos a echarle de todo al producto. El exceso de delays molesta en algunas piezas, pero es un trabajo en equipo a distancia que no se nota, porque todos tiran hacia el mismo lugar: divertirse y hacer música.

Comisario Pantera

El tercer material de la agrupación mexicana viene con menos corazones rotos y con una estructura musical más tradicional. El collage no es tan afortunado, pero hay un intento de búsqueda que rendirá frutos, sin duda, porque tienen toda la intencion de salirse del éxito asegurado.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.