No me felicites el #8demarzo

El lema del Día Internacional de la Mujer en 2019 según la ONU es: Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio. Busca, en formas innovadoras, llegar a más mujeres y mejorar la calidad de vida, la igualdad de género, y el empoderamiento de las mujeres de todo el mundo, con el objetivo de “llegar a un planeta 50-50 para el año 2030”.

Pero antes debemos hablar de los derechos fundamentales y garantías de las mujeres que, a últimas fechas, -ayer incluso- han sido claramente evidenciados como vulnerables (y constantemente vulnerados).

El derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, a decir NO, a caminar por la calle sin ser agredidas verbal o físicamente, a no tener que demostrar que nuestro agresor es un desconocido aunque diga que estoy teniendo un ataque de nervios por una pelea amorosa, el derecho a la interrupción segura y legal del embarazo, el derecho a la vida, a la libertad, al libre tránsito sin tener que cuidarnos entre nosotras, a la equidad laboral (ya ni hablar de la carga mental en el hogar, de la que nadie se acuerda). De cómo hacer entender a los hombres que nos vestimos como queremos, que los vagones de mujeres NO son opcionales y se crearon por una triste razón y que el manspreading y mansplaining sí son un problema y clara señal de que el machismo y el heteropatriarcado SIGUE viviendo en ellos, y en todos, como sociedad, y que NO necesitamos feministos ni hombres que marchen con nosotras.

El 8 de marzo paramos y nos manifestamos para recordarle a la sociedad que luchamos diariamente, que estamos más despiertas que nunca, que cada una -desde nuestra trinchera, con nuestro trabajo- estamos cambiando el mindset a nuestras familias, estamos construyendo con inteligencia e innovando para el cambio.

Por favor, no nos felicites. Actúa.