Esos discos del 2018 que debiste escuchar: Internacional

 

Ha llegado ese momento del año en que hacemos un recuento de lo mejor que ha ocurrido en materia de entretenimiento y cultura. En el aspecto musical, decenas de discos aparecieron semanas tras semana para cubrir todos los gustos, pero sólo algunos destacaron por su calidad independientemente del género.

Desde luego, los que mencionamos en estos listados no sólo pueden presumir una nutrida propuesta melódica y rítmica, sino también letras inteligentes y acordes a los tiempos que vivimos, dejando de lado la superficialidad y la rima sencilla.

En el apartado mundial, si bien el idioma inglés dominó los cantos, ello no indica que todos los intérpretes hayan nacido ahí, aunque algunos si han conseguido su nacionalidad por diversos factores.

 

Mitski

Es americana japonesa pero ha vivido en tantos países que no hay nacionalidad que le defina. Entrega 14 historias sobre amor y desencuentros breves que se nos van como agua. Se trata de un compendio de viñetas, cada una con sus propias peculiaridades, pero que al final tienen un mismo desenlace: el adiós.

Está claro que el álbum engloba el concepto universal de los rompimientos: sea cual sea el motivo, los estados de ánimo y los modos en que la fractura se consuma, no hay manera de evitar ese sentimiento de vacío que queda cuando algo acaba.

La cantautora se sirve de estos elementos para hacer un disco muy completo, en donde lo más destacado es el uso de la soledad como un estado constante.

 

Iceage

Con un post punk más accesible, los daneses continúan explorando el sentimiento de pérdida con sus guitarras rasposas y ritmos energéticos que hacen gala de su tenacidad.

Pese a su vena experimental, la banda presenta su sonido más convencional pero no pierden dinamismo, exhibiendo arreglos con saxofones, pianos y trompetas, instrumentos que habían usado de pasadita y que ahora toman como base para cantarle a la desolación.

 

Kali Uchis

Volvió con “chispitas” de bossanova y remembranzas de lo que Amy Winehouse hizo en sus inicios en el mundo del jazz pero con su propio estilo: más candente y jugetón.

No hay más chica tierna que trata de encontrar los pedazos de su corazón triturado. Ahora le pone mucho funk a canciones que celebran la vida y presenta una propuesta más versátil.

 

DJ Koze

El productor alemán ofrece un abanico amplio de los géneros que más ha explorado al momento de ayudar a otros músicos a pulir sus temas. El aporte es el vértigo que imprime a cada uno, así que no importa que sean guiños al hip hop, una pieza meramente techno o un tema minimalista, la velocidad es su carta de presentación en este tercer discos de estudio.

El “llamado a la puerta” está lleno de sintetizadores que resaltan en una mezcla que se antoja casera, diseñada con toda la “buena intención” de ofrecer cierta intimidad, pero que en realidad buscan colarse en tu memoria de modo orgánico. Imposible no cabezear de un lado a otro en determinado momento.

 

Christine and the Queens

La sexualidad es tema del disco de esta francesa que acaparó los reflectores el año pasado con los sencillos que vienen en este trabajo. La invitación a adentrarse a los deseos cambiantes de esta mujer es motivo del tema que abre el álbum y en su tránsito habremos de comprender que las emociones femeninas y sus modos de expresarlo son un caos para los hombres.

Con un pop ochentero hasta no más, Héloïse Letissier juega con sus diferentes personalidades (¿o es que quiere representar a varias mujeres a la vez?) para saludar y aplaudir el empoderamiento sexual femenino.

Estamos ante una obra que es más compleja de lo que aparenta, pues trata los diferentes tipos de abuso que una mujer y artista puede sufrir, por parte de los varones y de los fans, a veces auténticos predadores, en su afán de obtener lo que quieren de esa fémina sobre el escenario.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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