El juego de mamá: la locura de una maternidad represiva

El juego de mamá: la locura de una maternidad represiva

Es un hecho que el machismo se perpetúa en gran medida porque históricamente la mujer lo promueve.

No son raras las familias mexicanas en donde la matriarca elige al varón como recipiendario de gran parte de sus afectos, relegando a las mujeres a un plano de servidumbre o comparsa.

“El juego de mamá” es una apuesta bizarra y grotesca sobre este comportamiento nocivo, en el que la matriarca privilegia la compañía del hombre y desdeña el afecto de sus hijas por mero género.

Con una mezcla de elementos que conforman un cuadro que va de lo psicodélico a lo terrorífico, el montaje del dramaturgo yucateco Luis Alcocer usa danza, acrobacia en tela, juegos de máscaras y hasta una botarga de pavo para hacer un despliegue de humor negro que provoca más asombro que risas.

Hace un paralelismo entre las membranas del ser humano y cómo estás encuentran similitud en el tejido social, convirtiendo a sus personajes en una familia aprisionada por los caprichos de una madre que no deja de preguntar por su hijo ausente.

Mario asiste a la celebración del Día de las Madres de la familia de su novia, pero la mujer es una anciana demente que trata de suicidarse constantemente.

Cuando Mario decide salvarla ante las ganas de su novia, su hermana y el esposo de ésta de dejarla morir se desencadena una serie de eventos que terminan mal. Muy mal.

La apuesta es arriesgada y busca incomodar todo el tiempo. Es incluso una invitación a ir más allá de esas membranas mencionadas, sobre todo cuando los actores rompen la cuarta pared y al momento de cuestionar al autor sobre la rigidez de su texto, en este caso, designios sociales.

El Proyecto Granguiñol Psicotrónico, encargado de esta puesta en escena multidisciplinaria, construye la historia al modo de las películas de terror serie b, con un tono estrafalario y apoyado en marionetas en una acertada atmósfera que prácticamente nos lleva a los adentros de esta madre represiva, manipuladora y deseosa de nunca dejar ir a sus hijos.

La obra tuvo una corta primera temporada en 2020, antes de la pandemia de Covid-19, y ahora llega al Circulo Teatral, en avenida Veracruz 107, en la Condesa.

Se presentará los lunes del 5 al 26 de febrero, a las 20:00 horas.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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