“Vértebra”: un ritual escénico que confronta la memoria y el dolor infantil

“Vértebra”: un ritual escénico que confronta la memoria y el dolor infantil

“Vértebra”: un ritual escénico que confronta la memoria y el dolor infantil

En el escenario del Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, Vértebra se presenta como un acto escénico que rehúye cualquier etiqueta.

Escrita y actuada por Felipe Alfaza, bajo la dirección de Luis Alcocer Guerrero, la obra es un ritual íntimo que no se conforma con el drama, la comedia o el monólogo: juega con el cabaret, se apoya en lo audiovisual y se atreve a involucrar al público para hacerlo cómplice de su propia memoria.

La obra parte de una certeza: los traumas de la infancia nunca desaparecen del todo. Se transforman en pesadillas que, al llegar la adultez, trascienden el mundo onírico y se instalan en la vigilia, perturbando nuestro desarrollo, felicidad, salud mental y la forma en que nos relacionamos con los demás. Vértebra expone esa herida, la encarna en un grotesco títere maternal y nos recuerda que incluso los recuerdos distorsionados tienen el poder de marcar la piel y el espíritu.

Lejos de encasillarse en un género, la pieza transita entre lo confesional y lo grotesco, entre el biodrama y el espectáculo audiovisual. Con un ritmo que alterna la risa nerviosa con el silencio incómodo, Alfaza encarna a un joven que decide enfrentar los ecos de los abusos, la violencia y las cicatrices emocionales heredadas de su infancia. La dramaturgia convierte esa confrontación en un ritual íntimo que se vuelve colectivo, donde la memoria y el cuerpo aparecen como territorios marcados por la violencia y la búsqueda de identidad.

Humor, interacción y una reflexión incómoda

Lo que hace de Vértebra una experiencia singular es su ingenio escénico. No se trata solamente de un drama , sino de una propuesta que incorpora elementos que interaccionan directamente con el público. Hay momentos hilarantes, otros profundamente conmovedores y otros que rozan lo perturbador, pero todos confluyen en un mismo objetivo: provocar reflexión.

Es un espectáculo conmovedor, donde la risa convive con la cavilación y el humor ácido con el dolor más íntimo. Porque el relato parte de la experiencia donde cualquiera puede encontrarse en las cicatrices de un hogar quebrado, en las palabras que sembraron inseguridad, en las heridas emocionales que se arrastran en silencio durante años.

La obra coloca sobre la mesa temas como la salud mental, la discriminación social, la necesidad de crecer en hogares amorosos y la compleja relación con la figura materna. Aunque el relato parte de una vivencia personal, no se limita a lo biográfico: cualquiera puede reconocerse en esas heridas, incluso si no pertenece a comunidades marginadas como la LGBT+ —como sí lo hace el personaje de Alfaza— . Esa universalidad convierte al montaje en un espejo incómodo, pero necesario.

La actuación de Alfaza es deslumbrante: se mueve con soltura entre la confesión y la máscara, entre lo hilarante y lo perturbador. Su presencia en escena sostiene el vaivén de emociones y permite que la obra nunca pierda el pulso ni la claridad del mensaje. El espectador ríe, se incomoda, se conmueve, y al final se descubre pensando en sus propios fantasmas.

Vértebra logra poner en palabras —y en imágenes— aquello que a menudo solo se nombra en los sueños: los secretos familiares, los traumas silenciados, el dolor que se arrastra sin ser dicho, pero que inevitablemente forma parte de nosotros.

La obra, no busca dar respuestas fáciles ni ofrecer moralejas. Lo que propone es un espejo: un espacio donde mirarnos y reconocer que, en el fondo, seguimos siendo esos niños que tratan —en el mejor de los casos— de sanar para que la experiencia de vivir no se convierta en un cuento de terror.

Trayectoria y equipo creativo

La obra se estrenó en marzo de 2025 en el Centro Cultural El 77, con breves temporadas posteriores en el Centro Cultural El Hormiguero y en el Teatro El Milagro. Ahora regresa con el respaldo de la Secretaría de Cultura, el INBAL y Proyecto Granguiñol Psicotrónico.

El montaje cuenta con texto y actuación de Felipe Alfaza; dirección e iluminación de Luis Alcocer Guerrero; escenografía de Alejandra Vega; vestuario de Sergio Miron; diseño sonoro de Fsunami Gil; y asesoría dramatúrgica de Emmanuel Lapin, Abigail Pulido y Estefanía Norato.

Más que un espectáculo, Vértebra es un ejercicio de catarsis colectiva: un recordatorio de que el teatro, cuando se entrega con verdad, tiene la capacidad de sacudirnos y devolvernos transformados. Es la invitación a atravesar la risa y la ternura para llegar al fondo de lo que más duele, con la certeza de que lo que se nombra deja de tener el mismo poder sobre nosotros.

FUNCIONES

Del 24 de septiembre al 29 de octubre de 2025
Miércoles, 20:00 horas
Duración: 95 minutos
Clasificación: mayores de 18 años
Boletos: entrada general $150
50% de descuento a estudiantes, maestros y afiliados al INAPAM
Afiliados al programa Gente de Teatro: $45 cualquier día
Jueves al Teatro: $45 todas las funciones
Venta: en taquilla del teatro y en teatro.inba.gob.mx

Fotos y texto: Alma Olivares

admin

Soy el mero mero que le pone sabor a tus chilaquiles, el tamal de tu torta, la pasta de tu cepillo de dientes, la machaca de tu huevo, soy el gaio y cuando canto sale pura neta. Lo que quiero decir es que soy la voz oficial de este lugar y espero lean mis palabras. Informo de todo un poco. Queremos verte diario por aquí.

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