Ponle Play 2025: discos nuevos de Belinda, Billy Woods y Santiago Motorizado

Ponle Play

Belinda – Indómita

Está en un punto de su carrera en el que puede atreverse a lo que sea y ser nota, pero más allá de la polémica, lo que logra Belinda en este disco es una declaración de guerra: piensa seguir dando batalla incluso en los terrenos más desconocidos.

Porque se apropia de ese género del que se ha nutrido ¿sin querer? por sus relaciones sentimentales y le da la vuelta para hacer un compendio de tumbado con pop que resulta muy agradable, no porque lo reviva o actualice, sino porque juguetea con él.

Lo más significativo es que se atreve a repasar sus propios comportamientos y los santitos que le cuelgan por sus relaciones sentimentales de una forma honesta y directa, atreviéndose a reconocer defectos pero también a “tumbar” tanto mito a su alrededor.

Billy Woods – Golliwog

¿Cómo se siente el miedo? El rapero de Brooklyn no lo descubre pero sí lo canta y ambienta con mucha pertinencia y le da harto sentido en tiempos en los que el racismo parece haber revivido con mayor fuerza.

Desde Gaza hasta los terrores de aquellos trabajadores que se saben desechables, el recuento fusiona jazz con ambient y supone un viaje demasiado oscuro por la deshumanización actual.

Hasta sus sintetizadores son tétricos en este viaje temporal por sus recuerdos de infancia y juventud más aterrados y enriquece la narrativa comparando esos demonios con los horrores actuales en un trabajo conceptual muy bien elaborado.

Santiago Motorizado – El Retorno

En su trabajo solista debut, el argentino se aferra aún más a eso que le dio fortaleza en sus momentos más tristes, desde discos, películas y canciones, consiguiendo un álbum en el que expone su vulnerabilidad pero que no resulta tan versátil en melodías.

Es un recorrido melancólico en el que presume una voz que bien puede quejarse de lo que sea sin sonar cansada dada su tesitura y en el que abunda la introspección.

Lo más memorable es cuando logra crear temas de batalla que sirven muy bien como comparación en una lucha por amor o, mejor todavía, en un enfrentamiento consigo mismo.