Puede ser un guerrero espartano, un semidiós, una mucama o un árbol. Y podrá hacerlo muy mal, pero lo que es innegable es que Dwayne Johnson tiene un carisma que invade la pantalla de cine y logra momentos muy simpáticos cuando el hombre musculoso se hace al chistoso. Sin embargo, no es suficiente para que el producto alcance mayores registros, sobre todo si la base es la burla hollywoodense de siempre.
“Un espía y medio” es de los típicos filmes del momento de la industria fílmica estadounidense. No es que no se haya hecho antes, pero es más común ver comedias en donde el argumento se centra en alguien que recibe las vejaciones, insultos y agresiones de los demás por ser una minoría. Sí, sabemos que al final el tiempo pone en su lugar a los “buleadores”, pero, el formato es el mismo.
Entonces, se forma una nueva pareja dispareja: Kevin Hart es el afroestadounidense que habla y habla y habla y no dice mucho. Y las inflexiones voz ayudan a que lo que diga sea chistoso. Y del otro lado está la famosa “Roca”, haciendo de bobalicón pero con buenos sentimientos. El forzudo antes era gordo y el negro… bueno, siempre fue negro, pero pintaba para ser un hombre exitoso. Uno es un espía y pedirá ayuda al otro, mientras escapa de las fuerzas de la ley ante la sospecha de tratarse de un doble agente o el villano de la cinta.
Claro que hay risas garantizadas. Y la gracia recae en lo dispar de las personalidades que se encuentran y nada más porque el guión es bastante predecible y simple, lo que deja todo el trabajo a la interacción entre los protagonistas.
Pese a los giros de tuerca, la lógica parece no ser lo importante en “Un espía y medio”, un filme “palomero” que busca explotar el timing de La Roca para combinar acción y comedia sin ningún problema.
No rompe paradigmas, es la cinta burlona de antaño que ocupa de forma chistosa el soundtrack e incorpora actuaciones secundarias y cameos con obvias referencias a personajes ahora muy reconocidos en la cultura popular. Con el fin de que las bromas cuadren, se sacrifica la coherencia, aunque eso es lo de menos en este tipo de cintas.
El mensaje sobre el acoso escolar está presente todo el tiempo pero es débil ante el formato que busca hacer de todo un gran chiste, sin embargo, no se persigue la seriedad, sino el chiste que raya por momentos en lo políticamente incorrecto.
Es burda. Es el clásico ejemplo de mucho ruido y pocas nueces, pero sortea la catástrofe porque tiene dos actores a la cabeza que exageran sus cualidades en un filme igual de excedido. Y aún así, te ríes.
Central Intelligence (2016)
Director: Rawson Marshall Thurber.
Guión: Ike Barinholtz, David Stassen, Rawson Marshall Thurber.
Protagonistas: Dwayne Johnson, Kevin Hart, Amy Ryan, Aaron Paul.
Edición: Brian Scott Olds, Michael L. Sale.
Fotografía: Barry Peterson.
Texto publicado en Azteca Noticias.
Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.
