Ponle play: discos nuevos de Rojuu, Denzel Curry y Camila Cabello

Ponle play

Rojuu – Kor Kor Lake

El catalán da con este nuevo trabajo un salto de calidad con una producción más pulcra y un dream pop melancólico que engloba muy bien el sentir general de una juventud actual enojada con el mundo.

Lejos de presentar un ataque de rabia, el español le canta a la desilusión combinando pizcas de eso que llaman el género urbano con la electrónica indie, esa que no sabe si es un llanto dulce o un grito de auxilio lleno de colores.

Fiel a la bandera de esta generación, no existen límites, razón por la que algunas piezas suenan a reguetón sin cumplir del todo con las reglas del género. De hecho, todo el disco suena a una especie de ensueño. Las atmósferas fantásticas es lo que más destaca en este trabajo, uno demasiado luminoso como para creer que hay un intérprete que le canta a la confusión.

Denzel Curry – Meltz my eyez see your future

El de Florida lanza un grito por la igualdad en un país donde el racismo no ha cambiado con el paso de los años. Es por eso que construye el disco más conceptual de su carrera para hablar de todos esos lastres que impiden una sociedad más equitativa en todos los sentidos.

Lo mejor es la forma en la que sus colaboradores se suman a este discurso, que pudiera parecer demasiado personal, pero que en realidad recoge un sentir general en una tierra polarizada.

Se trata de una “bomba” que es igual de interesante en sus tonos jazz, hip hop y hasta post punk, en una muestra de versatilidad por parte del estadounidense. Un disco redondo que señalan sin tapujos todas las barreras a derribar.

Camila Cabello – Familia

El alegre reencuentro de la cubana estadounidense con sus raíces es un paso adelante en su carrera, no tan contundente como se pensaría, pero lo suficiente como para explorar terrenos que están conquistando los oídos de Norteamérica y que de paso crea aunténticos hits latinos a lo Gloria Estefan.

Se trata de una fiesta latina que tiene muchos colores y algarabía pero que no ofrece mucho más que el buen rato y el “sabroseo” característico de una pachanga caribeña.

Esperaríamos que llegará el momento de gritar que se “ha soltado la fiesta”, pero nunca ocurre. Sin embargo, deja por ahí unas cuatro piezas que podrán, sin conflicto, dar sentido a numerosos bailes carnestolendos o dar un toque de sensualidad a las pistas de baile.