Imagen: Konbini

Ponle play: discos nuevos de Pet Shop Boys, Mac Miller y Andy Shauf

Ponle play

Andy Shauf

El único “pero” que podríamos ponerle a lo nuevo del canadiense es la falta de arrojo para darle cohesión a un disco que rebosa de elegancia en arreglos tomando los alientos como base.

Encontramos a un autor más maduro y con ricas experiencias vividas, por lo que sus eternas reflexiones siguen siendo punzantes y constantes, sobre todo cuando se trata de encontrar luminosidad tras tocar fondo.

La invitación que nos hace Shauf para acompañarlo a volver a esos lugares que le hicieron feliz y desgraciado es amable y placentera.

Pet Shop Boys

Es triste aceptarlo pero parece que los años de gloria del dúo no volverán. Pese al esfuerzo que escuchamos en este nuevo trabajo hay algo en él que no termina por cuajar y quizá son esas ansias de sonar novedosos cuando en realidad retoman los elementos que les otorgaron éxito años atrás. Y no es que hayan querido volver a sus orígenes, simplemente emprendieron una labor de reciclaje.

Desde luego, retomar esta ruta trae consigo mucho baile, varias piezas que sin duda pueden encender un poco los clubes de moda, pero carecen de esa explosividad con la que conseguían poner el antro de cabeza.

Nos topamos con un álbum que quiere ser muchas cosas al mismo tiempo y en ese afán la placa fluye con torpeza. No es uno de esos discos a los que nos acostumbraron que podíamos tocar íntegro para amenizar una noche de farra.

No es que el disco sea defectuoso, es que la energía no les acompañó en esta ocasión. Esperemos algún día regrese.

Mac Miller

Es raro, pero este LP suena a algo que ocurrió antes de “Swimming”, el álbum con el que salió del anonimato para muchos de nosotros. Y es así porque si su quinto álbum fue una invitación al momento en el que lo escuchamos “nadar”, “Circles” son las horas de indecisión que le impedían dejar la orilla.

Aquí encontramos a una persona atormentada, llena de dudas, deseoso de encontrar una guía o señal que evite las vueltas en círculo.

Es una vuelta al pasado. Es ocioso, pero es como una exposición de los motivos por lo cuales no dejó nunca las drogas, lo que a la postre acabaría con su vida.

Como álbum póstumo es algo sombrío y quizás hasta inexacto si pensamos que el californiano tenía razones suficientes para pensar en mayores éxitos y renovados deseos de alcanzar nuevas “orillas”.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

Twitter 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Categorías