Imagen: Revista Young

Ponle play: discos nuevos de Khruangbin, Riki y Princess Nokia

Ponle play

Khruangbin – Mordechai

Psicodelia bailable es lo que caracteriza el tercer larga duración del trío texanos que ha logrado acaparar la atención de quienes disfrutan de sonidos globales que no presentan etiqueta de origen.

Al tratarse de un trabajo muy cercano a lo instrumental, la falta de cambios de ritmo y tonalidades lo convierte plano y sin sobresaltos, acercándolo a la música ambiental con una alta carga de “amor y paz”.

Es precisamente ese formato “hippie” lo que permite que comulgue prácticamente con todo aquel que esté dispuesto a dejarse llevar por las olas suaves y coloridas de esta propuesta, si bien no impecable, sí efectiva.

Riki – Riki

La artista visual angelina Niff Nawor debuta en la música con este proyecto solista lleno de sintetizadores y un diseño sonoro muy peculiar.

No sólo se permite la contraposición de conceptos como el anarco punk y la diversión, sino que incluye una vibra ochentera que nos hace recordar los inicios simbólicos de figuras pop que jugaban a vender sensualidad e inocencia a la vez.

La diferencia es que aquí no lo vemos, lo escuchamos. Es un disco que funciona bien como introducción a los teclados más oscuros de la escena post punk y lo hace de forma amigable, por extraño que esto se lea.

Princess Nokia – Everything is Beautiful / Everything Sucks

Destiny Nicole Frasqueri viaja a su infancia para tratar de comprender la insatisfacción que le invade. Para tal fin, se acerca al hip hop de los noventas y contrapone las historias de ambas placas, en lo que sería un álbum doble separado por la luminosidad de uno y el descontento del orto.

El brío y la opacidad no sólo son audibles como punto diferenciador de este par, también reflejan el estado de ánimo de la protagonista de cada uno de ellos, logrando así un disco lleno de nostalgia y otro que se pierde en la indiferencia.

Como piezas separadas, cuando todo es hermoso es muy superior a todo lo que apesta. En el papel tiene mucho sentido, pero la neoyorkina no supo cómo hilar ambos conceptos más allá de los nombres de las álbumes y sus respectivos tonos.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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