Ponle play: discos nuevos de Guided by Voices, Anna Meredith y Sufjan Stevens

Ponle play

Guided by Voices – Mirrored Aztec

Son tantos los discos de la agrupación y tan diversos los sonidos con los que han experimentado que no extraña que ahora quieran darse un respiro ante el exceso de variaciones para centrarse ahora en un power pop menos disperso.

Muchas guitarras distorsionadas dan a este trabajo un tono rasposo pero también un aliento fresco que nos hace pensar en todo menos en una agrupación que lleva décadas haciendo música de la más variada.

Toda la energía concentrada en estas 18 pistas parece encaminada a advertirnos que tras las tragedias de este año, un futuro alentador se aproxima. Al menos, esa es la buena vibra que quieren transmitirnos con esta nueva entrega.

Anna Meredith – Fibs

Aunque la base es plenamente identificable con los sintetizadores de los 80, lo que la londinense logra con este rompecabezas musical es crear uno de los trabajos de electrónica más cautivadores del año.

Dinámico, poderoso y hasta ocioso. Este álbum tiene un armado divertido al que parecen sobrarle piezas, pero eso no lo hace menos lucidor. La compositora y productora va saltando entre fragmentos de géneros, divirtiéndose entre géneros y acumulando energía con beats de dreampop para crear pistas llenas de energía y buena vibra.

La avalancha de sonidos que nos avienta se conforma de tal modo que nos hace pensar en una galaxia llena de colores y se nos presenta con una gracia que logra dejarnos una sonrisa en la cara.

Sufjan Stevens – The Ascension

El de Michigan lo volvió a hacer, pero con un “vestido” diferente. Si en su obra cumbre, “Carrie & Lowell”, logró desnudar sus emociones y sentimientos en formato acústico, ahora insiste en presentarnos las reflexiones acerca de su vida pero en formato electrónico, y es entonces que nos cuestionamos ¿cómo diablos puede ser tan creativo?

Y aunque solemos pensar que la música electrónica son beats vertiginosos y pistas de baile, lo que logró Stevens es una estadía sonora que derrocha intimidad y calidez, presentando un rostro diferente de los armados sintéticos.

Pese al logro, parece que el derroche de ocurrencias no encontró contención y lo que en su mejor trabajo acústico fue un largo suspiro que liberó un raudal de emociones, aquí se antoja un exceso y las ansias de no querer dejar ni una sola creación sin usar. No obstante, es maravilloso escuchar a un autor que puede hacernos sentir parte de su universo aunque en formatos diferentes.