Ponle play: discos nuevos de Beyoncé, Blanco Palmera y Uffie

Ponle play: discos nuevos de Beyoncé, Blanco Palamera y Uffie

Ponle play

Beyoncé – Renaissance

Dejó la vara muy alta con “Lemonade” y muy probablemente a sabiendas de que necesita los arrestos suficientes para superar o emular ese éxito se lanza a la conquista de un sonido club y disco que le sale muy bien.

Se trata de un homenaje a aquellos sitios en donde la gente negra podía bailar y expresarse en los 70, sitios donde las luces estroboscópicas servían como marco para dar rienda suelta a los cuerpos y el contoneo como si estuviesen poseídos por el ritmo.

Es un disco súper ambicioso en el que suma a decenas de colaboradores para dar sentido a los sampleos que sirve como base para construir este álbum, uno que llega un poco tarde a la oleada disco que vivimos desde hace una décadas, pero que al final de cuentas sirve para que la intérprete intente retomar el sitio que ya han ocupado otras figuras con similares toques de luces neón.

Blanco Palamera – Intimidade

Los españoles dejaron atrás la oscuridad de su debut y ahora miran hacia el futuro con una visión optimista, aunque mantienen esa línea de mezclar funk y electrónica para invitar al baile.

Pero no sólo se trata de menear el cuerpo, el dúo nos lanza cuestionamientos para saber si nos estamos queriendo lo suficiente y qué hacemos para conseguirlo en caso de que no sea así.

Se atreven a ser juguetones e interferir en sus piezas para cambiar de ritmos completamente, en una suerte de confrontación entre realidades, ejercicio bastante efectivo si pensamos en el estado mental de la gran mayoría de quienes habitamos este planeta tras los momentos más difíciles de la pandemia.

Uffie – Sunshine Factory

El segundo disco de Anna-Catherine Hartley llega lleno de luz, nada que ver con su debut, aquel trabajo sórdido y hasta sucio al modo de un club harapiento. Ahora, como el nombre lo dice, se trata de brillar y pura buena vibra, por eso el electro pop y las referencias noventeras edulcoradas.

Sin embargo, las letras parecen ir en el sentido opuesto al golpe de luminosidad que propone musicalmente. Al menos que se trate de una gran broma, hay muchos momentos divertidos pero que no pasan de ser eso: ratos que nos sacan una sonrisa pero que no se quedan grabados en la memoria.

Demasiada estridencia sin sentido para un álbum que tardó unos 10 años en traernos de vuelta a la de Florida. Pese a todo, no deja de ser muy entretenido.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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