Imagen: Getty Images.

Ponle play: discos nuevos de Beth Ditto, Zola Blood y Stone Sour

 

Zola Blood

Los máximos representantes londinenses “underground” de eso que llaman “indietrónica” logran atmósferas sumamente especiales.

Sigues siendo unos raros, pero es precisamente lo que les distingue del resto de quienes se han adentrado en el mismo subgénero.

Es evidente que hay propuestas frescas y menos barrocas, pero los británicos tienen ese sello que les distingue: un enorme potencial que está a la espera de explotar.

 

Stone Sour

Está entre los nuevos rumbos que persigue el metal y la escena “nu metal” que años atrás pensamos sería el camino. Por eso es un plástico que no dejará del todo convencidos ni a unos ni a otros, pero Corey Taylor puede presumir la versatilidad suficiente para callar las bocas de quienes piensan que el género es un compendio de gritos sin sentidos.

La musicalidad presente en cada track eleva el nivel de producción y va depurando el estilo de los “Sour”, dejando espacio para todo tipo de tonalidades sin dejar de lado la propuesta amarga de Taylor.

 

Beth Ditto

La señora Patterson se deja de “chismes” y en su primer disco en solitario se dedica a presumir sus raíces personales: mucho rock sureño con mucho sabor, haciendo el asunto personal.

La carta de presentación solista es agradable pero sin el pegue que se trae cuando es frontwoman con Gossip, donde las revoluciones dan sentido a tanto guitarrazo.

El problema es cuando sacrifica todo ese “girl power” para ser más cercana al pop, a todas luces una contradicción del discurso que manejó por años con la banda, lo que resta varios puntos a la credibilidad ganada. ¿O cuál es su verdadera cara?

Aún así, la placa es muy disfrutable.

 

 

 

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

Twitter 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Categorías