Estado de excepción, Ley Atenco y un “niño genio” en la Cámara de Diputados

El artículo 29 de la Constitución establece la posibilidad de que el titular del Poder Ejecutivo, con anuencia del Congreso de la Unión, pueda suspender o restringir los derechos y garantías de los ciudadanos en el caso de una situación de riesgo o que perturbe la paz pública.

Esta situación jurídica constitucional conocida como “Estado de Excepción” será discutida en próximas fechas en el pleno de la Cámara de Diputados, pero en recientes fechas la propuesta de ley que pretende reglamentar el 29 constitucional fue aprobada por las Comisiones de Gobernación y Derechos; los legisladores de Movimiento Ciudadano se abstuvieron de sufragar y Morena votó en contra.

En el caso de avanzar se permitirá al ejecutivo federal establece “el sacrifico temporal de derechos” como medida para acabar con acciones públicas, manifestaciones de idea o de expresión de manera temporal, siempre y cuando se considere que se está afectando a la paz pública, además, se consideran situaciones especiales que puedan afectar a la población, ya sean cuestiones de salud, por factores climatológicos e incluso por amenazas terroristas. Por otro lado, el artículo constitucional dicta que “no podrá restringirse ni suspenderse el ejercicio de los derechos a la no discriminación, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la protección a la familia, al nombre, a la nacionalidad, los derechos de la niñez, los derechos políticos, las libertades de pensamiento, conciencia y de profesar creencia religiosa alguna”, entre otros puntos más.

Por lo tanto, posiblemente estamos ante debate por una posible contradicción jurídica en la que los afectados principales podemos ser los ciudadanos, ya que por un lado se permite desde la Constitución el establecimiento de restricción en aras de privilegiar la paz social, pero por otro, se establece la inminente necesidad de proteger los derechos humanos y civiles en México, ¿qué pasará al final?

Más información sobre el “Estado de Excepción”

Dictamen de la Ley Reglamentaria del Artículo 29

Si esto suena no bien, las cosas aún podrían ponerse peor, ya que en recientes días el congreso local del Estado de México aprobó la Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública en el Estado de México, mejor conocida como “Ley Atenco”, esta norma es algo así como un permiso para que los cuerpos de seguridad pública puedan accionar –incluso con armas letales- en contra de manifestaciones, acciones públicas “ilegales” que consideren pueden amenazar la vida de las personas, de los elementos de policía o atentar en contra de los derechos humanos; incluso se estipula la posibilidad de utilizar la fuerza pública en el caso de desalojos, entre los que se encuentran los que se realicen a causa de fenómenos naturales.

También se incluyen protocolos y medidas para evitar que los elementos policiacos no tomen las medidas necesarias en el uso de la fuerza o que abusen de la misma, así como procedimientos dentro de las instituciones de seguridad pública para cuando se presenten casos atropello por parte de las autoridades.

La ley que debe entrar en vigor a finales de julio de este año ha generado una serie de críticas, en especial por parte de Morena –ya amenazó que prepara una serie de acciones para detener la aplicación de la nueva norma- debido a que se argumenta la violación de derechos humanos y de libertades de los ciudadanos a manifestarse de manera pública.

Esta ley es una piedra más en el zapato del gobierno mexiquense, en especial si recordamos la actuación de los cuerpos policiacos en casos como el que da nombre a la norma y que sucedieron durante la administración estatal de Enrique Peña Nieto en el 2006.

“De pena ajena”
Carlos Antonio Santamaría Díaz, el niño genio de 9 años que cursó estudios de especialización en química en la UNAM, visitó la Cámara de Diputados a invitación expresa de la Comisión de Ciencia y Tecnología.

La respuesta de los legisladores fueron aplausos, reconocimientos y muchas fotos “para el recuerdo”. La realidad: en el país aún se siguen destinando menos del 1% del Producto Interno Bruto a la ciencia y tecnología, más aún, niños como Carlos no encuentran un lugar para desarrollar su talento en México debido a la falta de prevención, comprensión y tratamiento de por parte de las autoridades.

Por su parte, el “niño genio”, que se muestra en las fotos aburrido y harto de tanto espectáculo, respondió a pregunta expresa que “no quiere ser diputado, que no quiere ser como ellos. Él quiere ser científico”.

Oscar Mendoza

Comunicólogo de profesión. Chilango por nacimiento, yucateco por adopción y convencimiento. Interesado en temas sociales, justicia, derechos humanos, tendencias, moda, comida, música, arte y culturas. La política me apasiona y las rarezas me hacen perder la cabeza. Creo en el fin de mundo y espero el colapso zombie.

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