Esos discos internacionales del 2022 que debiste (y debes) escuchar

Esos discos internacionales del 2022 que debiste (y debes) escuchar

Ponle play de fin de año: esos discos internacionales que la rompieron en 2022

Fontaines D.C. – Skinty Fia

Podrá parecer que se trata de su disco más simple musicalmente, pero la forma en la que logran mezclar esa sencillez con letras emocionalmente cargadas de una amplia gama de sentimientos relacionados a lo que significa ser irlandés en la Gran Bretaña de hoy es abrumador.

Huele incluso a plan con maña, porque existe un dejo de imperfección en la estructura de estos temas, así como esa relación amor odio entre ambos pueblos, misma a la que le cantan en varias piezas los de Dublín.

Se trata de un trabajo agridulce que refleja con fiereza la dicotomía con la que la banda ha decidido mostrarse al mundo, quizás también como un reflejo de lo que significa ser irlandés y tener dos patrias.

Charlotte Adigéry & Bolis Pupul – Topical Dancer

Este par de belgas se conoció en Tinder y tiene mucho sentido que su música no pretenda ser una reflexión densa sobre nuestros tiempos, es más un tech house que pretende divertirnos mientras se burla de la situación social actual.

Razas, preferencias sexuales, abusos de todo tipo conforman el apartado de mensaje social que el dúo desarrolla con modos que nos recuerdan a aquella movida francesa que vio nacer proyectos tan diversos como fugaces en el ámbito electrónico.

En la medida que el absurdo es más notorio el discurso se torna más crítico, en un debut energético que no nos permite dejar de movernos.

Gang of Youths – Angel in Realtime

Cuando se trata de hacer odas a la vida el quinteto se pinta solo, pero hay tal ambición en este nuevo trabajo al momento de sumar detalle sobre detalle, que termina siendo demasiado grande para un recuento tan íntimo sobre los vericuetos existenciales.

El trabajo intenta llevarnos de la mano por el descubrimiento de la vida íntima del padre del vocalista, a quien le conoció varios secretos tras su fallecimiento. El músico intenta crear piezas muy complejas para dar más vitalidad al relato, pero no es necesario, con las instrumentalización necesaria el experimento es suficiente para conmovernos.

Lo valioso del trabajo es que no se desborda en calificativos hacia el personaje principal, es simplemente alguien que estuvo lleno de fallos y glorias. Lo contenido del mensaje y su lirismo es lo opuesto en lo musical, detalle que hace tremendo ruido en varias piezas, mientras que otras son tan hermosas que vuelan al estatus de himnos.

Alvvays – Blue Rev

El disco del otoño, no porque haya aparecido para esta estación, sino porque emana nostalgia de un modo que pocos han logrado este año.

Pese al cambio de alineación, la esencia de esa primera conformación persiste y se potencia, con melodías pop que le van al tiro al perfeccionamiento de la escritura de Rankin, más sentida y abierta.

Es un árbol adictivo como el azúcar, porque su carácter onírico nos hace pensar en los deseos que aún albergamos en mente, pese a que el tiempo nos dice que ya no somos unos chavos.

Björk – Fossora

La música de la islandesa siempre ha sido rara, pero este décimo disco asemeja a un viaje con hongos que no sólo intenta que conectemos con la naturaleza, sino que busca imbuirnos en ella con una propuesta a ratos anti melódica.

Sabemos que cualquier fórmula palidece en las manos de esta mujer y este trabajo pretende excavar hasta lo más profundo de sus entendimientos primarios para tener un diálogo con el “monstruo” que se desató durante la pandemia.

En su conjunto, el disco suena al duelo de la madre tierra en ese momento en que decide que debemos partir, cosa rara porque no somos nada sin ella, aunque a veces lo olvidemos y causemos enorme daño en sus entrañas.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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