Imagen: Variety.

De “Suspiria” a “Suspiria”: ¡Vivan los aquelarres!

Dario Argento es mi papá. Bueno, tengo un fantástico papá biológico, pero el director italiano me abrió la puerta al Giallo, ese género que a través de la vista te conduce a tu espacio tenebroso del que no puedes escapar por horas.

Suspiria” es, quizá, la más conocida de sus obras, aunque mi favorita es “Rojo Profundo“. Y el rock progresivo de Goblin hace que los filmes sean aún más inolvidables, convirtiéndolos en una experiencia sensorial completa.

Las historias de brujas sobre las que gira “Suspiria” -brujas de verdad, esas que destilan sensualidad y maldad- son mi debilidad. Cuando supe que saldría una nueva versión de la original setentera tuve dudas –desde luego-, pero como siempre digo: Hasta no ver no opinar. Ya vi la interpretación de Guadagnino y ME ENCANTÓ. Me fascinó su visión y homenaje al trabajo del director italiano. No me parece que haya margen de comparaciones porque no hay nada que comparar. Por eso al principio dice: Basada en… Esto no es un remake. Es un HOMENAJE. Cada cuadro, momento, escena coreográfica… no trata de reproducir lo que hizo Argento, sino que Luca cuenta a su manera lo que hizo en aquel filme de 1977.

En “Suspiria 2019” he visto la escena de aquejare más bella de todos los tiempos (aunque me da la impresión que alguien volteó a ver las pinturas de Leonora Carrington, incluso, mucho me recordó a ‘La Mansión de la Locura’, de Juan Pablo Moctezuma).

Guadagnino, de casi sacarme las lágrimas en “Call me by your name” ( y nunca lloro en filmes) con la historia de un joven que acepta su sexualidad a través del primer amor, esta vez me regaló unos imágenes rojas y de danza que estoy segura adquiriré para mi colección personal.

Acotación: Soy fanática del cine de horror y no calificó a “Suspiria” como buena o mala, simplemente me hizo sentir bien y fascinada. Sin diatribas. Incluso Dakota Johnson me sorprendió. Dije: “Vaya, vaya, jugaste con mi mente, quién diría”. Me pareció perfecta para este papel. Lo único que me pareció de sobra es la aparición de Chloë Grace Moretz, haciendo el mismo papel de siempre, revolcándose en algún lado, y ya. No me aportó nada. La historia podía desarrollarse muy bien sin ella. Además, uno de los actores que participaron en la cinta de Argento hace aparición en esta reinvención, lo que le da un valor extra al trabajo de Guadagnino.  

María del Mar Boeta

Quiere un muñeco tamaño real de Chucky el Muñeco Diabólico. Piensa pagarlo con sueldos de reportera, historiadora y Copy Writer. Escribe bien bonito para el proyecto rock-musical-psicodélico Malosa Mami.

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