Cautiva: esas personas y talentos que hemos perdido

Cautiva es una cinta diseñada técnicamente para adentrarnos en una atmósfera desoladora, provocarnos angustia y acercarnos con esos enormes espacios gélidos, tan llenos de nada, a la vacuidad que ocasionan la ausencias. No obstante, años atrás, los filmes de Atom Egoyan eran más que eso: significaban verdaderos monstruos.

Hay en Cautiva una elegante metáfora que relaciona la frialdad de ciertas zonas de Canadá con la indiferencia con que actúan los secuestradores, quienes olvidan que la falta de un ser querido es capaz de destruir a una familia y sus integrantes.

De nueva cuenta, el realizador armenio coquetea con un lenguaje menos complejo al de sus primeros trabajos y se notan sus ganas de obtener notoriedad en otros ámbitos al hacerse de actores más conocidos por los reflectores como Ryan Reynolds y Rosario Dawson.

La propuesta resulta un barroquismo, un ir y venir de tiempos que pretenden engañar al espectador respecto al desenlace de la historia: una niña desaparece y veremos a una familia venirse a menos mientras que un equipo policial intenta saber de su paradero.

Egoyan es fino para adentrarse al oscuro mundo de la pederastia, no necesita ser demasiado gráfico para repudiar al maloso en cuestión (Kevin Durand) ni tampoco para entender el universo de depravaciones al que están expuestos los niños que son usados para fines siniestros.

Pero la factura, en su afán de ser confusa, se torna tediosa pese a momentos gratos, muy bien construidos, en donde lo que está por venir llega a intrigarnos dado el formato detectivesco utilizado por Egoyan.

Cautiva entrega demasiado protagonismo a los personajes secundarios y se extiende de más explorando personalidades que ni siquiera llegan a ser decisivas o reveladores para el final de la cinta.

Aunque vemos algunos de los motivos que llevan a Mika (Durand) a mantener a Cassandra (Alexia Fast), en realidad son demasiado vagos. Hay un misterio forzado que sólo atrapa por momentos. Son esos escasos minutos de gran tensión los que dan, paradójicamente, un poco de luz a Cautiva. Resulta extraño tratándose de una coloratura tan llena de blancos.

Cuativa intenta plantear el deterioro mental de una niña convertida a adolescente luego de permanecer retenida por un sujeto que la utiliza para los fines más crueles imaginados, en lugar de ello tenemos una pálida muestra de lo que se conoce como el Síndrome de Estocolmo y a un villano más cercano al mundo de las caricaturas.

El talento de Egoyan se ha perdido entre tantos blancos, pero bueno, ya ha emocionado antes y quizás sólo es cuestión de tiempo para rectificar el camino y verle de nuevo esos grandes trabajos. De momento, Cautiva es una cinta de suspenso que cumple con el compromiso de entretener. Pero nada más.

Cautiva forma parte de la programación de la 58 Muestra Internacional de la Cineteca Nacional.

Cautiva (2014)

Director: Atom Egoyan.
Protagonistas: Ryan Reynolds, Rosario Dawson, Kevin Durand, Mireille Enos.
Guión: David Fraser, Atom Egoyan.
Fotografía: Paul Sarossy.
Edición: Susan Shipton.

por Juárez Góngora

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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