Blade Runner 2049 y el milagro de soñar con ovejas eléctricas

 

Cuando “Blade Runner” llegó a las salas de cine en 1982 la crítica la despedazó y con el paso del tiempo se alzó victoriosa como un clásico de la ciencia ficción pese a sus limitantes técnicas y de presupuesto para narrar una historia futurista. 35 años después, con el dinero suficiente como para hacer tres cintas similares a la emprendida por Ridley Scott, Denis Villeneuve se sincera y entiende que no puede manosear algo tan sagrado, por lo que prefiere dar continuidad al misterio que funcionó también con su predecesora.

¿Por qué nos fascinó tanto el trabajo de Scott? ¿Por qué se convirtió en piedra angular y referente de las películas del género que vendrían después? Porque nos remite a la más básica de las dudas que han existido en la mente humana desde que razonamos: ¿ser o no ser? Sí, suena a “Hamlet“. Shakespeare también se hizo de gran popularidad por plantear en sus obras estas interrogantes.

Y para responderse si como replicante puede adueñarse de su destino, el detective K (un abrumado y muy contenido Ryan Gosling) descubrirá que otros modelos como él, pero con menos restricciones, han logrado convertirse en más humanos que los humanos.

Blade Runner 2049” cuenta con un guión inteligentísimo que evita un intento desbocado por superar al monstruo que significó su predecesora. Lo que tiene que explicar lo hace con la finísma mano de Roger Deakins, que tiene un ojo y una lente perfectos para contarnos qué ha pasado en ese planeta en donde, de plano, ya es imposible vivir. El devastador contexto que arropa el tránsito de K es narrado a detalle con esa bruma que impide, en inicio, que el personaje de Gosling vea más allá de su “programación”.

Se trata pues de un mundo lleno de niebla, de colores saturados tecnológicamente porque lo que dejó la destrucción no permite que el sol ilumine existencias que deambulan grises por un mundo de satisfacciones al alcance de un dispositivo. Y decenas de delicados planos secuencia acompañan su tránsito.

Cuando K se permite sentir, cuando descubre que puede ser más que un robot, la cinta toma un giro súper interesante que lo llevará a unir la trama con lo que nos regaló el universo creado por Ridley Scott. Villeneuve se va a la raíz de las interrogantes planteadas en el texto que dio comienzo a todo, en el texto breve de Philip K. Dick, “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?“. Más significativo aún: no trata de revelarnos los secretos que persisten en nuestras cabezas luego de “Blade Runner”, sino que les da más vueltas para incrementar el misterio.

Se trata de una películas llena de simbolismos, de mensajes ocultos, de cuestionamientos cuidadosamente colocados en lo que vemos, no en lo que oímos. Esa lluvia que se escurre por la cara de Joi (hermosa Ana de Armas) que no le causa ni siquiera cosquillas, aunque esté deseosa de empaparse; el genio loco empresario creador interpretado por Jared Leto, a quien la cegera le viene bien, porque no puede ver que tiene menos alma que sus creaciones. El filme es un apabullante recorrido visual por las dudas más básicas del ser humano.

Y en medio de todo, la búsqueda de un milagro. ¿Cuál es? ¿Por qué? ¿Qué papel juega Deckard (Harrison Ford) en todo esto?

La interrogante es simple, la respuesta compleja. Tenemos dos formas de vivir: una plácida en donde sólo cumplimos órdenes, donde existimos sin mayores sobresaltos para estar cómodos y tranquilos, disfrutando lo que se nos permite, sin aspirar a más, sin buscar más. Otra donde procuramos conocernos, entendernos a nosotros mismo, retarnos, ser buscadores incansables de algo que no sabemos si nos dejará satisfechos, pero que seguro nos enseñara algo. Ese valioso conocimiento de saber que podemos ser más. ¿Cuál elegirías?

“Blade Runner 2049” es una digna sucesora del legado de Scott. Villeneuve se consolida como amo y señor de la ciencia ficción actual y su equipo merece todas las loas por un trabajo de diseño y ejecución de altísimo nivel. Se trata de una historia de la historia. Con muchos sueños detrás. Esos que no sabíamos si existían porque a la máquina no se le permite soñar. Es un viaje alucinante que vale muchísmo la pena.

 

Blade Runner 2049 (2017)

Director: Denis Villenueve.
Guión: Hampton Fancher, Michael Green.
Reparto: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Robin Wright, Ana de Armas, Jared Leto, Edward James Olmos.
Fotografía: Roger Deakins.
Edición: Joe Walker.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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