Se convirtió en un ícono de la comedia de los 80 y desde entonces no ha perdido su estatus, al contrario, lo ha elevado hasta su actual condición como el “viejito” que siempre aparece en todas esas cintas que enamoran a la juventud “hipster”.
Bill Murray no es el lord que ha envejecido de modo galante, tampoco es el histrión fino. Pero es un actor cabrón porque ha sabido adueñarse de sus personajes y hacer con ellos historias dramáticas aunque estén inmersos en una comedia.
You may also like
-
Twice: One in a mill1on; así irrumpieron en nuestras vidas
-
Un buen ladrón: un atraco desperdiciado
-
No me sigas: la pesadilla de perseguir el like
-
“Instantes” llega al Teatro Sergio Magaña con un espectáculo circense lleno de riesgo
-
Scarlette Martínez, la Diva del Fracaso, lleva su show satírico a la CDMX con entrada gratuita

