foto: de Mauricio Palos http://mauriciopalos.com/

Alejandra Díaz de León: hacedora, arquitecta y pionera

Contacto

Alejandra Díaz de Léon Lastras

arq.diazdeleon@gmail.com

twitter: @ArqDiazdeleon

facebook: www.facebook.com/ale.d.leon.92

https://www.behance.net/AleDiazdeLeon

 

En gaio.ninja nos interesan las historias, los perfiles, los talentos, las habilidades y capacidades. Todos tenemos algo que decir sobre lo que nos apasiona. Creemos que las cosas tienen un valor a partir de la manera en la que se cuentan.

Es por eso que en esta ocasión platicamos con Alejandra Díaz de León, una creativa que construye, diseña y produce proyectos interdisciplinarios con base a la arquitectura y las amplias posibilidades que ofrece el mundo de la fabricación digital.

¿Cómo se genera tu punto de unión entre la arquitectura y el uso de la informática?

Yo no utilizaría el término ‘informática’. Más bien lo que me interesa son los procesos para transformar lo digital en algo material. Actualmente existen softwares que se basan en parámetros, variables y algoritmos que facilitan la creación de geometría compleja; me refiero a que diseñadores vanguardistas, pueden fácilmente diseñar objetos o edificios poco convencionales con estos programas y cuyos procesos de construcción no son los tradicionales de ladrillos, cimbra o concreto.

 

Foto: Ale Díaz de León
Foto: Ale Díaz de León

¿Qué posibilidades te ha permitido descubrir a partir de tu inmersión en este cruce disciplinario?

 

Estudié arquitectura en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde la enseñanza fue bastante convencional, cero radical, pero siempre tuve interés en explorar nuevas formas de hacer arquitectura.

Trabajé un par de años en la Ciudad de México y después decidí hacer mi Maestría en Arquitectura Avanzada en el Institute for Advanced Architecture (IAAC) en Barcelona, que es justamente esta unión entre arquitectura y otras disciplinas como la electrónica, la programación, la física o la biología. Es muy experimental, pero me abrió un nuevo panorama a todas las posibilidades que existen de hacer arquitectura o ciudades que sean más congruentes con la era que vivimos, la era digital o la era del internet de las cosas: fachadas responsivas a su contexto, arquitectura mutable, ciudades interactivas o nuevas formas de generación de energía y, por otro lado, cómo materializar estos conceptos con la máquinas de control numérico como las cortadoras láser, routers, impresoras 3D, brazos robóticos, etc.

 

¿A dónde te gustaría llegar en materia creativa y funcional?

Actualmente radico en Monterrey. Me vine a vivir acá para trabajar en Kinetica, una empresa/taller que se dedica a fabricar edificios de formas poco convencionales, por lo que cada proyecto es un reto nuevo.

Se requiere de investigación y experimentación con estrategias de fabricación y diferentes materiales, por lo que básicamente puedo decir que Kinetica es una empresa de innovación en procesos de construcción. La fabricación se hace con el mismo tipo de máquinas que mencioné, pero la escala es completamente diferente, por lo que se requiere también del análisis del edificio en su geometría original (proveniente del arquitecto) y el desarrollo de ingenierías para su fabricación.

Sin embargo, este tipo de fabricación a escala urbana es todavía muy cara y ‘de élite’, pues no es accesible para cualquiera. Incluso puedo decir que el mercado para empresas de innovación como Kinetica, no está en México. No podemos costearla.

Es por ello que también estoy involucrada en el movimiento de los Fab Labs. Un Fab Lab (del acrónimo en inglés Fabrication Laboratory) es una red de espacios multidisciplinarios que tienen todas estas herramientas y máquinas. Promueve la democratización de toda esta tecnología para hacerla accesible a las comunidades y que cualquier persona pueda, de cualquier edad y nivel educativo, hacer [ casi ] cualquier cosa. Entonces, si me preguntas a dónde me gustaría llegar, puedo decirte que quisiera contribuir a esta democratización; buscar la manera de hacer más accesible, tanto económica como estratégicamente, las máquinas y estrategias de fabricación. Actualmente soy coordinadora del proyecto Fab Lat Kids de la Red Latinoamericana de Fab Labs, que impulsa a los niños latinos a aprender haciendo y los resultados son increíbles.

 

¿Hacia dónde crees que va la fabricación digital y cuáles son las posibilidades?

El mes pasado estuve en Boston para el Congreso Anual de Fab Labs y esta misma pregunta fue hecha a Tomáz Diez, el director del segundo nodo Fab Lab más importante, el Fab Lab Barcelona. Me sorprendió lo que respondió, dijo: “probablemente en 50 años los fab labs desaparezcan, pues la fabricación digital tiende a ser personal”, y en una parte estoy de acuerdo con él. Creo que sí podemos lograr que cualquier persona tenga acceso a esto y que puede alcanzar un beneficio en su calidad de vida, pero también creo que la parte más importante de la fabricación digital dentro de los fab labs es el trabajo colaborativo, tanto dentro del fab lab como en la red (diferentes fab labs, diferentes países).

Los paradigmas económicos en paralelo con nuestras fuentes de energía están cambiando. La era del petróleo va en decadencia y las formas de ‘hacer negocio’, fabricar y vender tienden a utilizar un modelo distribuido, compartido. Actualmente, nuestra generación está más interesada en tener acceso a cosas o servicios, que en ser propietarios de estas cosas. Como ejemplos pienso en Uber, en Ecobici o en Spotify. Inclusive espacios como Air B&B tienden a eso, a compartir. Estamos más interesados en vivir experiencias que en ser propietarios de cosas y esto tiene mucho que ver con la fabricación digital.

La fabricación digital vive bajo esa filosofía de conocimiento compartido (el famoso open source). Inclusive durante esta misma conferencia escuché algo interesantísimo: el movimiento DIY (Do It Yourself) se está transformando en el DIT (Do It Together). Actualmente existen sitios web como thingiverse.com en donde cualquiera puede compartir o descargar archivos .stl para imprimir objetos en cualquier impresora 3D, en cualquier lugar. Los fabbers o makers crean aplicaciones en donde puedes personalizar tus actividades u objetos. Nervous System, por ejemplo, te permite comprar online joyería personalizada.

Sin embargo, lo más importante de la fabricación digital, y lo que a mí más me interesa es el potencial que tiene para hacer un impacto benéfico en las comunidades. El hecho de darle a las personas acceso al espacio, las herramientas y el conocimiento, los empodera al ‘hacer’ y esto puede verse reflejado en un cambio de pensamiento colectivo que transforme nuestras sociedades latinas en sociedades innovadoras que contribuyan al progreso de nuestros países.

 

Fotos: Mauricio Palos
http://mauriciopalos.com/

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Soy el mero mero que le pone sabor a tus chilaquiles, el tamal de tu torta, la pasta de tu cepillo de dientes, la machaca de tu huevo, soy el gaio y cuando canto sale pura neta.
Lo que quiero decir es que soy la voz oficial de este lugar y espero lean mis palabras. Informo de todo un poco. Queremos verte diario por aquí.

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