2019 en la música: esos discos de UK que debiste escuchar

Finalizamos el recuento con los discos británicos que más llamaron la atención en 2019.

Nilüfer Yanya

El debut de la londinense de origen turco es un ejercicio que explora los vacíos que nos crea el ritmo de la vida moderna.

Con una contestadora telefónica como hilo conductor, la peculiar voz de esta joven compositora va «rascando» en el marasmo que nos ocasiona tanto vértigo, con la finalidad de perseguir esas ideas que pudieran «hacernos bien».

Estamos ante un trabajo honesto, comprometido y pleno de un notable esfuerzo por crear un trabajo conceptual que aborda todos estos «monstruos» que sólo sirven para llenarnos de miedo. Es decir, temores válidos pero que no sirve para maldita la cosa.

Foals

Parecía difícil que los británicos se superaran, pero lo volvieron a hacer, entregando un disco con atmósferas más delicadas y oníricas, espacios de ensueño que conjugan de maravilla con una mayor presencia de sintetizadores.

Menos estruendoso, pero no por ello con menos rock, hacen que los momentos densos pasen con gracia ante la alegría que le imprimen a sus tonos. Hay veces que podemos escuchar cuando un compositor disfruta con su creación y éste es el caso.

Esta primera parte de su anunciado álbum doble demuestra que son poderosos arquitectos de canciones muy pegajosas, sin que en ello sacrifiquen estilo y sello, dejando de lado las fórmulas probadas o los sonidos simples, sencillamente buscando su propio camino.

The Chemical Brothers

Para Tom Rowlands Ed Simons la única respuesta posible ante el estado de descomposición mundial es bailar. Su disco más político desde que irrumpieron en la escena electrónica reafirma la idea de que cuando todo está perdido hay que alzar la voz mientras nos movemos.

Por eso desconocen fronteras y locaciones. La propuesta de unificación se despliega a lo largo de este álbum y la acentúan con el nombre de esta novena placa de estudio.

Desde el house ácido al beat ultra revolucionado, pasando por el pop raro, lleno de atmósferas enfermizas, este nuevo trabajo significa lo más depurado de lo que han presentado en la última década: es una especie de resumen de todo lo intentado y el pináculo en esa fusión entre la protesta y los ritmos que te gritan: no te dejes, levántate y canta con nosotros. ¡Una maravilla!

Dave

Más que un álbum conceptual estamos ante una especie de testimonial que logra llevarnos de la mano por las diferentes etapas que aquejan a un convicto.

El debut de este joven rapero no pudo ser más afortunado y catártico al contarnos con extrema precisión las fases que vivió su hermano mayor en prisión. Así, pasamos de los momentos de angustia al coraje, hasta llegar a la aceptación, y, ¿por qué no? también a ciertos momentos de esperanza.

Pero no se trata sólo de los que nos cuenta. Aunque no cuenta con una musicalización rica en instrumentos, el piano sirve como un especie de cómplice que va dando el tono adecuado a cada uno de los relatos que componen uno de los candidatos a mejor disco de hip hop del año.

Fontaines D.C.

Riff duros y directos con toda la mística del post-punk es lo que traen los de Dublín en un debut soñado donde se dan oportunidad de mostrar su desencanto por la política, en compañía del existencialismo propio de esta era.

La crisis económica mundial va de la mano con un problema de identidad ante las migraciones, marginaciones y una nueva muestra de que el racismo está más vivo que nunca. Este grupo entiende perfecto de que los límites se extinguen, por lo que su base son los guitarrazos pero eso no les impide extender sus composiciones a terrenos diferentes, estruendos que funcionan bien para ejemplificar bien este estado entre el coraje y la desilusión.

Es notorio que están enojados, sabemos que no saben qué hacer, entendemos la violencia contenida, porque somos nosotros, la clase obrera, la que por más trabajos que sume no alcanza a ver una mejor, si acaso alcanza a veces a cobrar. Como el nombre del disco indica: somos un “verso crudo”, un intento de canto, un esbozo de ciudadano exitoso. El disco es un maldito golpe de realidad.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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